El gobierno entrante se reunirá con las autoridades actuales del MIEM ya que le preocupa la situación de la multinacional japonesa.
La decisión de Yazaki
La noticia se conoció el pasado jueves donde la empresa comunicó a sus colaboradores y autoridades que la empresa cerraba sus plantas en Las Piedras y en Colonia. La decisión es un doble impacto para el país: por un lado, debido a la pérdida de 1.100 empleos que actualmente están asociados a la producción —800 de la planta de Colonia y otros 300 en la de Las Piedras—; y, por el otro, para la industria autopartista local, un importante producto de exportación del país, sobre todo hacia Argentina.
La noticia del cierre de una empresa —y de la salida de una multinacional— siempre supone un impacto negativo para la industria nacional. En este caso en particular, apunta a cuestiones estructurales del país.
Por un lado, la competitividad: el primer motivo que señaló Yazaki para el retiro de sus operaciones es el costo de las mismas, incluso cuando la industria autopartista es una de las más importantes en términos de colocaciones externas.
La empresa japonesa fabricaba, desde 2007, arneses de cables automotrices como producto principal en el territorio, así como medidores, componentes electrónicos y una serie de otros productos para la industria automotriz que luego eran incorporados en la línea de ensamblaje de Toyota.
Esta producción irá, mayormente hacia Paraguay, que también se quedará con uno de sus principales clientes: Argentina. Es indudable que tendrá un impacto en la economía nacional.
Por otra parte, el empleo: la pérdida de más de 1.000 puestos de trabajo generará una alta conflictividad sindical, de manera paradójica considerando que este fue otro de los motivos que apuntó Yazaki como argumento tras la decisión del cierre.