El gobierno defendió la medida como un acto de responsabilidad fiscal y se desmarcó de lo que llamó “las recetas de siempre” de la clase política.
Tras la publicación del decreto 534/2025 en el Boletín Oficial, el gobierno de Javier Milei oficializó este lunes el veto total a tres proyectos de alto impacto social recientemente aprobados por el Congreso: la recomposición previsional, la prórroga de la moratoria jubilatoria y la declaración de emergencia nacional en discapacidad. La medida fue acompañada por un extenso y contundente comunicado de la Oficina del Presidente, difundido a través de redes sociales, con el que el Ejecutivo no solo justificó la decisión, sino que cargó con dureza contra los legisladores que impulsaron las leyes vetadas. “No hay plata”, sentenciaron.

El comunicado busca encuadrar la medida en términos de coherencia política y responsabilidad económica. “El Presidente de la Nación, Javier G. Milei, ha vetado los proyectos que el Congreso de la Nación aprobó recientemente de manera irresponsable, sin determinar el origen de los fondos, atentando contra el equilibrio fiscal, y contradiciendo el mandato popular resultante de las elecciones presidenciales: erradicar definitivamente la inflación”, comienza el escrito.
El texto advierte que la aprobación de esas iniciativas implicaría para el Estado Nacional un gasto adicional “de más de 7 billones de pesos” en 2025 y “cerca de 17 billones de pesos” para 2026, cifras que -según el Gobierno- representan un incremento del gasto equivalente al 0,9% y 1,68% del Producto Bruto Interno (PBI) respectivamente. “Determinado sectores han impulsado estos proyectos en pleno ciclo electoral con el evidente objetivo de hacer campaña, disfrazando con causas nobles su notable intención de provocar una fuerte ruptura del orden macroeconómico que tanto nos costó conseguir a los argentinos”, denunció el Ejecutivo.
En ese marco, acusó a “la misma clase política que, durante su gestión, impulsó medidas que multiplicaron la inflación y la pobreza” de intentar “revertir la tendencia de reducción inflacionaria” y “volver a llevar al pueblo argentino a la miseria” a través de leyes como las que ahora quedaron anuladas por el veto presidencial. En paralelo al comunicado, el decreto de veto difundido por el Boletín Oficial argumenta que los proyectos no solo son “fiscalmente irresponsables”, sino que también adolecen de “graves nulidades” en su proceso legislativo.

Según el texto, la sesión del Senado del pasado 10 de julio se realizó “sin la citación previa correspondiente”, y las iniciativas fueron habilitadas con una mayoría simple cuando -alega el Ejecutivo- correspondía una mayoría especial de dos tercios. “El equilibrio fiscal es innegociable”, reiteran desde el Gobierno, y acusan al Congreso de violar la Ley de Administración Financiera al aprobar medidas que no identifican sus fuentes de financiamiento. El primer proyecto vetado proponía una recomposición jubilatoria con un aumento del 7,2% de emergencia, un bono mensual de $110.000 actualizable y compensaciones a las cajas provinciales no transferidas.
El segundo reinstauraba una moratoria previsional por dos años, permitiendo el acceso a la jubilación a quienes no completaron 30 años de aportes, y flexibilizaba el acceso a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM). El tercero declaraba la emergencia nacional en discapacidad, creaba una nueva pensión no contributiva y preveía una compensación económica extraordinaria para prestadores del sector, entre otras medidas urgentes.
Pese al amplio consenso que habían alcanzado en el Congreso, los tres proyectos quedaron anulados con la firma del Presidente. La discusión volverá ahora al Parlamento, donde solo una mayoría especial de dos tercios en ambas cámaras podría revertir el veto y convertir las iniciativas en ley. Lejos de cualquier tono técnico, el comunicado presidencial cierra con una reafirmación ideológica: “A diferencia de lo que hacen los políticos de la casta, este Presidente prefiere decir una verdad incómoda en lugar de repetir mentiras confortables. No hay plata, y la única forma de hacer a Argentina grande otra vez es con esfuerzo y honestidad, no con las mismas recetas de siempre”.

El comunicado de la Oficina del Presidente repitió uno de los mantras favoritos de Milei desde la campaña electoral: un discurso anti-establishment que convierte al ajuste en un acto de virtud y a sus detractores en parte de un pasado fracasado. Sin embargo, lo que para el Gobierno es una “decisión histórica”, para amplios sectores políticos y sociales es un acto de crueldad que deja a millones de personas -jubilados, personas con discapacidad, adultos mayores sin aportes- en una situación de mayor desamparo. Mientras tanto, el Congreso se prepara para nuevos debates en los próximos días. “Esta semana se tratarán nuevos proyectos en el Congreso, del mismo calibre y con la misma intención…pretenden forzar al Gobierno Nacional a gastar más sin decir de dónde sacar el dinero.”, anticiparon desde el Gobierno.